El volcán de Cumbre Vieja en la isla canaria de La Palma estuvo activo durante 85 días y 8 horas. Fueron días de intensa tensión en la isla, de grandes pérdidas, temblores y amenazas. Ahora que la erupción ha terminado, toca hacer balance y continuar ofreciendo ayuda a aquellos que más han sufrido. Un desafío que la Iglesia Evangélica ha asumido con valentía.