En este nuevo reportaje de familia, hemos conocido a Josué, Prisca, y a sus hijas Eunice y Priscila. Los cuatro nos acercan a su historia de fe individual y como familia.

Nos recuerdan que ‘Dios tiene hijos, pero no tiene nietos’, un dicho popular entre cristianos que nos hace entender que cada persona necesita un encuentro con Jesús para conocer a Dios; es decir, nacer en una familia cristiana, no te hace cristiano. Pero, sí es un privilegio formar parte de una familia que te muestra a Jesús en el día a día y te enseña a vivir para él.

Además, la familia Prada-Fernández nos ha sorprendido con su gran pasión por la labor misionera. Desde el año 2015, han organizado envíos de ayuda a la escuela Comunidad de Esperanza en Senegal y un año después pudieron viajar. Desde entonces, no han parado, y esta labor misionera se ha ido extendiendo a otros países, como Rumanía o México. Pero, lo que más sorprende de su pasión por ayudar a los más necesitados en otros lugares del mundo, es que se animaron a llevar a sus hijas con tan solo nueve y diez años al campo misionero.

A través de estos viajes, Eunice y Priscila han experimentado a Dios de una forma diferente y especial, algo que ha marcado su propia historia de fe.

Pero hay mucho más en el bagaje de esta familia que no puedes dejar de ver. No te pierdas otras sorpresas, como por ejemplo cuánto duró el noviazgo de Josué y Prisca, o el nacimiento milagroso de sus dos hijas.

Como siempre decimos, cada familia tiene una historia que la hace diferente. Por cierto, cuéntanos a través de las redes sociales del programa, ¿qué persona de tu familia te acercó a Jesús?